Gritos a deshoras, una voz nerviosa interrumpiendo el plácido
sueño de todos los que habitaban aquella casa, un tela oscuro paseaba entre
ellos, la muerte decidía quien sería su acompañante ese día.
Demasiado joven, demasiado niño,
demasiado,,,,,,,,,,,,,,,,,,,
La visión del cuerpo caído quiebra el llanto del que
reconoce una misma escena, una mirada guiada al infinito pidiendo súplica ante
tal despropósito.
Ella se levantó de la cama, los gritos inundaron cada rincón,
la espera era tensa hasta su llegada, después de sobreponerse al primer impacto
sabía lo que tenía que hacer.
La llamada al 112 fue de inmediato, estatuas frías parecían los
que allí se hallaban, los ojos de ella buscaban un suspiro de vida. Luces intermitentes se vislumbran tras la
puerta de cristal.
Es el momento de respirar, ya llego quien puede alejar la
oscuridad que la rodea, nervios ordenados agilizan la maquinaria de lo supuestamente
correcto, la llegada al centro del cual dependían,
ecos de palabras que no quieren ser escuchadas, la leve luz se apaga.
Solo retaba recordar viejos momentos, dar fuerzas a quien no
las tenía, pensar en los demás antes que
en ella era su rutina, ssssssss…………………el
silencio de la soledad hace presencia, la penumbra gano la partida, al
despedirse sus ojos vacíos dejaron un mensaje certero: Nos volveremos a ver.
No hay comentarios:
Publicar un comentario