El viaje había sido planeado tiempo antes sin llegar a
consolidarse, las palabras de aquel desconocido danzaban una y otra vez por su
mente.
No había sido sincera desde el principio, lo que no había impedido
que ambos conectaran de una forma
especial.
Pasado el tiempo, la vida de la chica había cambiado de forma
imprevisible. Tras un periodo de estresante al fin tenía un fin de semana
libre.
La desesperación de la soledad la acompaño un viernes por la
noche, sentirse sola en aquel piso le hizo desear conducir.
Sin rumbo fijo y sin pensarlo, arrastro las llaves de su
coche con tan solo un pequeño macuto con lo imprescindible.
Las luces de las pequeñas aldeas, comenzaron a incrementarse
al dejar atrás ciudades que ella quería olvidar.
Se detuvo justo en el límite de las dos comunidades: ¿Dónde voy? –
pensó al tiempo que tomaba un café solo y bien cargado, revisaba su teléfono cuando
advirtió el último mensaje que él le había mandado.
Quedaban dos horas
por llegar a su destino, recorrió las
carreteras sin cruzarse con ningún vehículo, solo la música la acompañaba con
un volumen lo suficientemente alto como para dejarla escuchar sus pensamientos.
Condujo bordeando la playa, dejándose embriagar por la dulce
brisa de la mar.
El azul del panel la guiaba a su destino, dejando atrás la
playa fue dejando atrás kilómetros del
negro alquitrán que ya le dañaba sus ojos. La sonrisa de aquel chico le hacía parecer
inconsciente al volante, las altas horas de la madrugada, incrementaban el
nerviosismo que sentía al ver las primeras luces de su destino.
Bajo el volumen de la radio, dejándose llevar por el
recorrido que él tanto tiempo describió con orgullo de su pueblo.
Las cuatro de la madrugada, casi imposible encontrar una habitación
libre en aquel pueblo con tanta historia.
Decidió quedarse junto al castillo,
con sus altas murallas iluminadas, tumbada en el asiento de coche, fumaba un
cigarrillo rubio dejando paso a un sueño acogedor en aquella pequeña ciudad que
conocía a través de las palabras de un desconocido.
Creí que Enmanuell estaba descansando, pero veo que sigue enganchada a su pluma. Esperando la continuación.
ResponderEliminarUno no deja de ser quién es por muchas enseñanzas que la vida te de. Un beso poeta.
EliminarHola: Esta historia leída con un fondo musical, se convierte en una experiencia mas que religiosa. Háganlo se los recomiendo. Chicago If you Leave Me Now.
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