Es hora de la ducha, sola en mi aseo, me dedico a disfrutar
de mi momento.
Me desnudo sin prisa mirándome al espejo, tu recuerdo
enciende el calor que busco.
Tus dedos son los míos, sé que piensas en mí, sé que me
deseas como yo a ti.
Deslizate por mi cuerpo desnudo, quémate con mi deseo,
encierra tu pasión en el temblor de mi cuerpo, lucha por mantenerte preso de mi
deseo con cada una de mis caricias deseándote.
La flor de mi cuerpo, abierto a ti, se impacienta.
Se mi hombre, mi todopoderoso Zeus.
Mis dedos te representan, te deslizo por mis pechos
erizados, por mi vientre entrecortado, por el centro de mí deseo, siendo yo misma la que se hace sufrir. Disfruto pensando que tu deseo es el mi deseó.
Tu cuerpo convulsionando por el morbo que te produzco,
sabiéndote conocedor de ser mi dueño.
Estrecharme con tus brazos, mi temblor
acrecienta con tu cercanía, te sueño
cumpliendo mis deseos.
No te confundas no es
amor, es puro deseo, deseo de satisfacerte, de colmar el más alto de mis anhelos,
cerrar mis ojos absorbiendo tu virilidad, sentir como se abre a ti la caja de Pandora.
Toma lo que es tuyo, mis pechos erectos, hambrientos de tus
labios, desean que los poseas.
La pared de la ducha, se apiada de mi cuerpo desvanecido,
tras saciarme de tu ausencia, recompongo mi realidad.
Solo uno de mis deseos será repetido esta Navidad: ……. Se mi deseo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario