Hoy hace un mes que no estas (perdóneme por no hablarle con
el respeto que me enseño, ha habido muchos momentos en que más que una madre ha
sido mi amiga).
En otras circunstancias es este momento estaría con el teléfono
contándole mis penas para después dejar paso a los sueños o pequeñas alegrías.
Ha habido momentos en este mes que me he desubicado al querer marcar su número
y caer en la cuenta que nadie me responderá.
Le costó entender decisiones que había tomado, nunca quise
entristecerla, usted sola acabo entendiéndolo y apoyándome.
¿Por qué tengo que felicitarla en un día de la madre si yo
cada día me acuerdo más de usted mama?
Hay personas que ya no están en mi vida, pensaba que al irse
ellas no lo podría aguantar, que me han fallado, de algunas de ellas ni lo
podía imaginar, todo queda en un segundo
plano ahora que tú no estás.
Mama, la vida me ofrece nuevas sensaciones que me gustaría
compartir con usted, sé o quiero creer, que desde donde ahora esta, las vive a
mi lado y no deja de sonreír y soñar.
Le confieso que estos
días no lo he podido evitar, he estado triste, con pena, mi alma llorosa le echa
de menos ¿A quién le cuento ahora las locuras que pasan por mi mente y que
usted no me dejaba de regañar?
No puedo visitarla donde está, no quiero creerlo, inconscientemente
me niego a despedirme dejándola atrás.
Sé que las palabras ya no sirven, que este dolor nunca se
acaba de pasar, la vida me ha enseñado que cuando un paso se ha dado, ya no hay
vuelta atrás.
Tenía tantas cosas que decirle, tantas cosas que pensaba que
me iba a acordar y no es así. Lo único que importa es que ya no está, que con
su partida me ha demostrado lo que importa de verdad.
Se fue el Papa y dolió
mucho pero no se puede comparar, no porque no lo quisiera, incluso para él usted
era especial.
Las palabras sobran, solo le mando un beso, el beso que ya
no le podre dar.
Enmanuell L 5 de Mayo de 2016
Leyendo, me parecía verte, ver a tu madre. Como me ha parecido ver a mi padre. Qué bien descrita esa sensación de incredulidad, de que ha sido un sueño, de que sigue ahí, al otro lado del teléfono. Precioso Enmanuelle.
ResponderEliminarLeyendo, me parecía verte, ver a tu madre. Como me ha parecido ver a mi padre. Qué bien descrita esa sensación de incredulidad, de que ha sido un sueño, de que sigue ahí, al otro lado del teléfono. Precioso Enmanuelle.
ResponderEliminarGracias por leerme, por estar y por ser como eres. Un beso Manuel
EliminarSimplemente precioso... te mando un cálido abrazo.
ResponderEliminarTodo un halago. Me quedo con el abrazo.
EliminarTodo un halago. Me quedo con el abrazo.
EliminarEs precioso como relatas tus sentimientos hacia ella, solo me queda regalarte un ramito de amapolas de las que te gustan tanto, para que pongan un instante de sosiego en tu dolorido corazón.
ResponderEliminarBesos
Gracias Jose, gracias por regalarme amapolas, siempre seran mis preferidas, crecí entre ellas. Un beso poeta.
EliminarGracias Jose, gracias por regalarme amapolas, siempre seran mis preferidas, crecí entre ellas. Un beso poeta.
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