lunes, 16 de mayo de 2016

El temblor de la despedida



Gira la llave de la puerta tras subir la estrecha escalera. Hipnotizada aun por sus palabras sigo sus pasos. 

Observo como libera los bolsillos de su pantalón, decido disfrutarlo encendiendo un pitillo, me sonríe sin darme tregua, su pecho queda a la altura de mi cara desprendiendo el aroma que tanto me excita, una calada más, absorbe el humo de mi boca.

El deseo entre ambos es mutuo, la intensidad de los besos incrementa a medida que nuestros cuerpos se acercan, me apasiona desabrochar su camisa dejando a  mi merced su pecho, aspiro su aroma disfrutándolo, mis manos recorriendo su cintura intentan despojarlo de su camisa. 

Mi mano desciende por su pecho hasta llegar a su cinturón, lo desabrocho con ansiedad, mis dedos recorren el borde de su bóxer. Con deseo sucumbo a su cuerpo, sus manos despeinan mi cabello dirigiendo mis labios a su cintura, lo miro, me sonríe.



Mis labios continúan el tan deseado  descenso en busca del objeto de mi placer, lo mimo con mi lengua, acariciándolo con mis labios, mis manos presionan sus muslos, incitándolo a seguir mi juego. 

Su cuerpo es mío, el temblor que lo recorre lo delata, disfruto con su placer, observando el gesto contraído de su cara.

Recorremos la corta distancia hasta su habitación, con premura se desprende de la poca ropa que cubre su cuerpo, yo lo imito dejando solo mi ropa interior, me dedico a besarlo con la pasión que me provoca,.

Entre besos desordenados, sus manos acaban de desnudarme, sus ojos me piden que lo posea y accedo con devoción.

Sintiéndome suya, su pene cubre cada hueco de mi ser,  el primer orgasmo no tarda en hacerme estallar produciéndome el placer tan deseado.



Sus movimientos me impiden descansar, sus ojos se encienden en cada embestida, apagándose con el clímax que lo invade.


Me sonríe al besarme, el juego acaba de empezar…..


                                                                                       Enmanuel L 16 de Mayo de 2016

1 comentario:

  1. Has vuelto a usar tu dominio de la palabra, para que la imaginación vuele, las piernas tiemblen durante la lectura. Tu capacidad de descripción es...indespcriptible. Una vez más, felicidades por tu relato. Espero expectante su continuación, si es que la hay.

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