lunes, 17 de noviembre de 2025

Mi soledad y yo

Hay una gran diferencia entre estar sola… y sentir soledad.
Estar sola es un acto de amor propio, una cita contigo misma. Es poder mirarte al espejo y reconocerte, sin necesidad de testigos ni aplausos. Es servirte un café y disfrutar el silencio sin que te pese. Es dormir en la cama entera y no sentir vacío, sino espacio. Es caminar despacio, pensar bonito, curarte con calma. Estar sola, a veces, es elección… y otras veces, es simplemente la vida acomodándote donde puedes florecer sin ruido.

En cambio, la soledad… ay, esa sí duele.
Esa no tiene que ver con cuántas personas te rodean, sino con cuántas te miran sin verte.
La soledad te abraza aunque estés rodeada de risas, te acompaña incluso cuando hay música, y te recuerda, en medio de todo, que te estás sintiendo invisible.
La soledad no está en las paredes vacías, está en el alma cuando ya no hay quien te escuche de verdad,  tanto no ser comprendida.

Pero te voy a decir algo, mujer bonita: estar sola no es estar incompleta.
La soledad enseña, sacude y también te despierta. Y si la aprendes a mirar sin miedo, un día te das cuenta que esa soledad fue el espejo que necesitabas para encontrarte de nuevo.

Así que si hoy estás sola, disfrútalo.
Si te duele la soledad, abrázala.
Porque de ambas se sale más fuerte, más sabia y con un brillo distinto en la mirada.
La soledad es una aliada que te enseña a madurar.

Enmanuelle L 17 de Noviembre de 2025

domingo, 16 de noviembre de 2025

Borre una parte de mi vida

Hoy borré nuestra primera conversación, pero antes la leí con antelación.
Fue cómo ver nacer una semilla, ponerse verde, florecer y luego marchitarse. 
Todo pasó con una velocidad increíble un deseo desbordado y  pienso, fue real?. 
Me quedé con  algunas líneas, fragmentos de poemas y que despertaron mi curiosidad y ese amor invisible.
No somos nada, jamás fuimos nada, sólo palabras que se llevó el viento, un amor inventado para no morir de realidad.
Tuvimos esa  conexion inmediata, no tiene nada de malo, pero con los años, te vas dando cuenta que el amor hay que construirlo y que la honestidad con nosotros mismos, nos ayuda a no lastimar a los demás.
No tuvimos esa  responsabilidad afectiva al despedirnos, saber agradecernos el calor y el amor que nos dimos, no dar por hecho que el silencio haría su trabajo. 
Ignoremos y aprendimos a  invalidar el sentimiento ajeno, esa violencia psicológica que se ejercía , no se trataba de ser héroes o villanos, se trataba  de no lastimar un corazón ajeno. 
No volvi a ser la misma,  así hubieran sido dos atardeceres, si lo malo no era llegar a un corazón y desordenado, lo malo era  irse y no recoger el desastre producido.
En fin, borré los mensajes, como las huellas que una vez me llevaron a ti para no volver jamás sobre mis pasos.

Enmanuelle L 16 de Noviembre de 2025

martes, 4 de noviembre de 2025

Vive la vida

"Si algo me está enseñando la vida,
es que no hay que hacer demasiados planes,
que todo puede cambiar en tan solo un momento, que hay que aprovechar cada oportunidad, que hay que saborear cada segundo, cada instante.
Si algo nos está intentando decir la vida,
es que vamos a vivir solo una vez,
que esto solo dura un ratito, que somos frágiles y que si hoy estamos vivos mañana puede que no.
Si algo nos está recordando la vida,
es que no hay que esperar a que llegue otro día ni otro instante, ni otra ocasión
y que hay que lanzarse sin miedo, a vivir cada bendito momento.

Enmanuelle L 4 de Noviembre de 2025

miércoles, 29 de octubre de 2025

Curando mis heridas

A veces me confundo, me miro al espejo, suele ser en la noche, cuando nadie detiene su mirada en mí , aunque últimamente, ya nadie lo hace.
Pienso que soy yo quién  los alejo, que soy la enfermedad, que soy la tristeza, la lágrima y la desesperación, el miedo o ese mal carácter que a veces se escapa de mí como si tuviera vida propia y me hundiera en un oscuro pozo, sin voz.
Me  convenzo de que todo eso me define, como si un cúmulo de sombras  hubiera  quedado a vivir en mi corazón. Pero no es así.

Yo no soy enfermedad.
Yo no soy tristeza.
Yo no soy  miedo ni rabia.
Yo soy mucho más.

Lo que siento, lo que me pesa y lo que me duele, son heridas que aún no han sanado. Cicatrices abiertas que gritan porque necesitan ser escuchadas, comprendidas y, sobre todo, abrazadas. No con rechazo, no con vergüenza, sino con amor.

Pienso por un momento: ¿qué pasaría si en lugar de juzgarme por mis sombras, las miraras como señales de algo más profundo? La ira no es más que un grito de mi interior pidiendo paz.
Mi tristeza es un río que me recuerda que aún hay algo por soltar. 
Mi miedo es solo un guardián que me avisa que estás a punto de dar un paso importante. 
Mi mal carácter, tantas veces condenado, puede ser la expresión desesperada de un corazón que pide atención y ternura.

No me voy a  castigar por sentir.
 No soy débil por llorar aunque me duela , ni mala por enfadarme, ni insuficiente por tener días oscuros. 

Dentro de mi existe una fuerza inmensa, un centro de luz que no se apaga aunque yo crea que vivo en penumbra.
 Lo demás son capas, aprendizajes, experiencias y heridas que poco a poco se pueden transformar.

Sanar no siempre es rápido ni sencillo. Requiere paciencia, compasión contigo mismo y la valentía de mirar de frente lo que duele.
Pero cada pequeño paso hacia mi interior, cada acto de amor propio, cada respiración consciente que me recuerda que siguo aquí, es un avance. Y créeme: se puede sanar.

La vida no me trajo hasta aquí para que viviera atrapada en mis heridas, sino para que, a través de ellas, descubra tu grandeza. Permítirme  el perdón, la ternura, la aceptación, ahora inimaginable , es posible No se trata de negar lo que siento, sino de abrazarlo y transformarlo.
 Porque en lo más profundo, yo no soy el dolor, soy  la medicina que lo puede sanar.

Hoy me mírare  al espejo y recordaré: “No soy mis heridas, soy el amor que las cura”. ✨

Enmanuelle L 29 Octubre de 2025

          

domingo, 29 de octubre de 2023

Siempre tú

Anoche soñé contigo, fur tan real a la vez que surrealista, un sueño contigo después de tanto tiempo y tras pasar por tanto sin estar a mi lado, sé que yo te lo pedí y , en serio,  pasado kn año creí haberte superado, en realidad culpo a mi subconsciente,  mi mente a aprendido a seguir su camino y encontrar consuelo donde un dia lo tuvo.
Hoy en día soy más fuerte, de ahí,  tanto tiempo sin hablarte ni necesitarte, pero mi mente sí recurre a tí,  y reconozco que al salir el sol,  se siente más tranquila y relajada.
Cierro los ojos y aún siento el aroma de tú piel, tus juegos de magia, tu sonrisa ese morbo desmesurado al besarnos que nos hacia perder la cabeza sin tener consciencia donde estábamos, porqué en esos momentos, no existía nada más. 
Esos lugares prohibidos que  , al volver a pasar por ellos , me despiertan una sonrisa, me gusta sí, instantes de mi vida que, en este año en sombras me han echo sentir que he disfrutado la vida.
El sueño que tuve anoche fue tan sencillo e irreal, que nunca lo vivimos realmente y sé que tampoco sucederá.
En la sala habíamos varias personas, los reproches se dirigían por igual a tí y a mí. 
Dentro del mismo sueño yo entendía que en esa conversación no debería estar yo.
Escuchaba incrédula cada una de los reproches que ella insista en decir que eran culpa mía,  te miraba y eras tan tú,  despreocupado , tranquilo y relajado que me hacía admirarte si cabe, más aún. 
Llegado el momento en el que un comentario destacó por su dureza, mí mirada se clavo en esa mujer; desde que te conoce a mí ni me a tocado, a lo que conteste casi sin pensar; conmigo el sexo es magistral.
El sonido del arrastre de tu silla al levantarte, hizo que nos giraremos hacia tí y por las palabras que escapaban de tus labios, entendí que era un sueño y los sueños, sueños son, palabras que nunca sintieron tú corazón. 

 
          "Te quiero"

domingo, 21 de mayo de 2023

Despedida de un Galán

 

 



Viernes trece, nueve de la mañana, años después, el motor de mi coche se para. 

Miro al frente, la claridad del mar es espectacular, abro la puerta del coche y sin moverme respiro con profundidad, su brisa recorre su interior acariciándome.

Cinco minutos después, decido coger mis pertenencias y bajar de el. Mi primer propósito es correr descalza por la arena, sentir como mis pies se hunden, como mis dedos se relajan a su tacto, sentir el agua dándome la bienvenida después de tanto tiempo. 

Mi sonrisa es patente, disfruto la sensación que mi alma siente. 

A mitad del recorrido, la pequeña cabaña de madera me detiene. Las paredes parecen desprender los restos de palabras olvidadas, esta todo tal y como lo recordaba. No quiero desviar mi atención de la playa, paso a paso, como a cámara lenta, recorro el pequeño tramo que me separa de la arena. 

La mesa de siempre está vacía,  una  vaga idea ronda mi cabeza, seguro que no vendrá y eso me apena. Me sobrepongo a mí penar  respiro profundamente, más tarde pensare en ello. 



Solo tres escalones, ya casi siento la arena, mi corazón palpita de ilusión.

Dos palabras me detienen en seco:

-Hola María.

Se acabó, mi corazón se ha paralizado, en este momento no se si contestar o simplemente continuar mi camino, respiro acelerada. Lo miro tras las grandes gafas, está igual que siempre. 

Sus zapatos marrones, de numero grande, tan limpios como siempre, su pantalón que tan bien le queda es vaquero, de un azul tejano, el cinturón es marrón con una gran hebilla , su camisa a cuadros tan bien planchada y ajustada a su robusto cuerpo, el fular a juego con la chaqueta,. Su sonrisa no está en su cara, ¿no se alegra de verme?

Amablemente, algo normal en un caballero como él, me invita a volver a la cabaña para poder hablar y tomar un tentempié.

Su mano se desliza por mi cintura cediéndome el paso. La brisa del mar me impregna de su aroma, es tal y como lo recordaba, implacable, seductor, sensual.

Sentados uno frente a otro, en la misma mesa que años atrás fue testigo de una distinta realidad, pedimos dos infusiones. 

Nos miramos sin hablar, solo contemplamos el paso del tiempo por ambos, estos años han dejado secuelas irremediables. 

Es una mezcla confusa, tanto tiempo deseando que ocurriera y en esto momento, no sé qué decir. La camarera nos sirve las infusiones sonriéndonos, da la impresión que aún nos recuerda. Tras darles las gracias volvemos a quedarnos solos. Una forma de romper el hielo es preguntar cómo nos va la vida. 

La suya ha cambiado mucho más que la mía, embelesada lo escucho tras mis gafas, sus labios humedecidos me  contrarían, esos labios que derretí con deseo y pasión, su cuello que fue mi devoción, las caricias que le dedique. 

Acaba de hablar, creo que ha notado que no le he dedicado mucha atención, pregunta por mi vida, no hay nada que destacar, continúa siendo normal. ¿Para qué comentarle todo lo acontecido en los últimos meses? Puede pensar que fue por él, y aunque fuera verdad, hoy por  hoy me alegra haberlo realizado en soledad. 

Él está nervioso, mi sensación es que espera reproches que no sucederán, su mano se acerca a la mía, una de mis lágrimas fugaces se ha deslizado escapándose bajo mis gafas, la suavidad de sus manos, el calor con el que me consuela, su protección hacia mí siempre estuvo presente. 

Dos horas después, es la hora de despedirnos,  me acompaña al coche, durante la conversación queda clara, nuestra amistad siempre estará en la lejanía sabemos que el apoyo que un día nos demostramos, no se acabara. 

Sonriendo me acompaña al coche, los dos nos hemos mantenido a una distancia prudente, para mi él es importante y a mí me respeta, ha sido mi maestro descubriéndome mil mundos nuevos. 

Una pregunta me ronda y no puedo evitar saber la contestación 

-¿existe una persona en tu vida?

Su mano se apoya en mi coche, presionando mi cuerpo con el suyo,:

¿Realmente importa?

En sus palabras sé que otra persona realiza mi sueño y es mi momento para desaparecer depositando solo un beso en sus labios, esos labios que ….

                      
                   Enmanuell L 21 de Mayo de 2013

viernes, 8 de octubre de 2021

Te espero

Te espero, aún sin saber quién eres.
Te busco,  en cada mirada insinuante.
Te deseo, en cada sonrisa pícara.
Te anhelo, en mis noches.
Te recuerdo, en mis días. 
Sin saber quién eres.
Sin saber, si me buscas.
Sin saber, si me deseas.
Sin saber, cuando llegarás.
Sólo sé  que te espero,
Con cada suspiro de mi ser...


       
    Enmanuel l 8 de Octubre de 2021