lunes, 6 de octubre de 2014

Un baño al atardecer



Accedo al baño girando el pomo de la puerta, la melodía que inunda la habitación me invita a entrar.
El aroma que desprende me invade, sacudiendo todos mis sentidos, cada detalle está dirigido a guiar mi camino. Como una serpentina, la niebla de vapor escapa por la puerta dejando poco a poco visible la zona del jacuzzi.

Deslumbro su pecho calmado, regado de diminutos caminos hechos por gotas de agua que disfrutan el camino recorrido por su piel. Imagino mi lengua recogiendo y saciando mi deseo con ellas, envidiando su recorrido.

Dibujo con mi mirada la silueta de su cuerpo, desciendo por su cuello, paseando por su barba creciente, desprende el cansancio del día.
Siento el deseo de acariciarla, rozar con mis dedos sus labios entreabiertos, besar sus ojos, uno a uno.

Frente a él desabrocho uno a uno los botones de mi camisa, deslizándose  por mi espalda, me invita a compartir su baño, su rodilla emerge del agua llamando estrepitosamente mi atención, el deseo me invade al desear rozar con mi mano su piel, dejándola saciarse del camino prohibido que marca mi camino.

Entre sus piernas mis pechos encendidos reclaman el tacto de su piel, que ya creían perdido. Son mis labios los que ahora recorren su cuerpo, deleitándome en el recorrido.

Aumenta mi libido al posar mis labios sobre su pene su sonrosado pene, palpitaciones crecientes saciando mi boca, desliza sus piernas por mi cuerpo incrementando el empuje de su miembro viril.

Siento la yema de sus dedos pellizcar mis pezones excitados, guiándolos ansiosamente hacia su boca, deslizando mi cuerpo sobre el suyo hasta acceder a ellos. Me dedica un delicioso castigo, deslizando su glande por mi clítoris, llegando a desatar con desesperación el deseo de anclarme a él,  mi cuerpo se desliza  dejando que su pene habrá el camino.

Temblando de placer, navego sobre sus caderas, galopando entre la locura y el éxtasis, los gemidos de ambos dejan de ser mudos, los movimientos son cada vez más intensos, más profundos, más entregados y apasionados.

Me besa, entre intervalos muerde mis labios, su mirada ardiente incrementa el éxtasis de mi cuerpo, la respiración entrecortada ……..

…….tocan la  ventana de mi coche, excitada y acalorada me recompongo,  todo a sido un sueño.



Enmanuell L 6 de Octubre de 2014





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