No preguntes que deseo, creo que lo intuyes, jugar contigo,
es otro nivel, en el cual, mis armas de mujer, caen rendidas ante tú sencillez.
No me preguntes, si te quiero ver, solo el destino sabe,
todo el deseo que cabe en él.
No preguntes lo que ya puedes ver, dos personas de mundos
diferentes, que a través de las palabras, nos dejamos ver.
No insistas, en lo que no puedes ver, la vida me a enseñado,
que lo importante, no es lo que vean los ojos, es lo que el alma es capaz
de comprender.
No dudes de lo que sientes al pensar en mí, es difícil de
comprender.
Quizás todo sea un sueño forjado en la brisa del atardecer, quizás
no estemos destinados a vernos, es un riesgo que estoy dispuesta a correr.
Hoy por hoy, eres parte de mi vida, me haces reír y crecer.
Quizás no sea el momento apropiado, toda una pandemia nos
pone a sus pies.
Me atraen tus ojos azules, profundos, sinceros, atrevidos y
picaros a la vez.
Provocas la niña que hay en mí, tentando a la ya mujer.
¿Quién pone límites a los sueños, aun sabiendo que no pueden
ser?
Enmanuell L 27 de Julio 2020