Todos pasamos épocas de ´´luto´´.
Bien por lo las personas que queremos les llega el final de la vida, o bien porque,
llegado el momento, la vida de forma contundente de la vida que creíamos nuestra.
En ninguno de los dos casos es fácil, al principio sientes
un cúmulo de sensaciones, la adrenalina te ayuda a superar el instante más
duro.
Pasados unos días es una montaña rusa, días en los que sale
el sol y te sientes bien por las decisiones tomadas y días que el cielo amanece
encapotado y te sientes abatida y triste.
Cuando la vida juega de forma pícara, une ambas, se debe ser
fuerte ( eso es lo que todos dicen) pero
uno no decide lo que su corazón, su cabeza o su alma pretende.
Espero ser fuerte, sentir esa fortaleza que un día tuve y hace mucho tiempo que el letargo la
embarga.
Siempre he sabido resolver las situaciones bajo presión y
ahora lo intento, tengo dos motivos muy importantes por los que luchar y ser la
mujer que un día fui.
Mis hijos son el motor de mi vida, por ellos y por su futuro
sé que tendré fuerzas.
Mis sueños se cumplieron, mis deseos se incumplieron,y me realidad nunca existió.
Enmanuell L
26 de Septiembre de 2015