Necesito ese momento, ese único momento en que te siento
mío, sentirme frágil entre tus brazos, pensar y creer que jamás existieron
lazos.
Tenerte sin estar, ser mío
incluso sin desear.
Necesito ser frágil, sentirme de
nuevo alguien especial a quien acariciar y desear.
No quiero reírme sin más, no
deseo actuar con frialdad, levantar ese muro invisible con el cual siempre
pienso ´´todo pasara´´ .
Aquí, sentada sobre la arena junto
al mar, la calma me relaja, no existe nada, solo la marea baja.
Recuerdo nuestros pasos, esos
pasos tímidos y apasionados, recuerdo ese abrazo, decidido casi sin ser
pensado.
La brisa es fría, sobrepasa mi
camisa dejando mi piel erizada, desesperada y abandonada.
Esa parte de tu alma, que atraigo
y se siente atrapada, sigilosa me acorrala, sintiéndote detrás de mi espalda.
La protección que siento tras mi
rendición, me inunda, me consuela, siempre me deja huella.
Nunca dejare de ser tuya, mis
palabras delatan tu ternura.
Fue un sueño vivido, disfrutado y
revivido.
Despertar a la realidad, es algo
con lo que tengo que contar, no hubo forma de poder luchar.